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SEXUALIDAD Y CICLICIDAD EN CÍRCULO

Ester Piccinotti

Rituales y Ceremonias

Desde que la humanidad camina en esta tierra, se han honrado los distintos cambios/procesos que sucedieron a lo largo de la vida.

Los rituales trabajan en nuestro subconsciente a través de imágenes y símbolos para que puedan ser integrados y anclados desde un campo más profundo.

Las ceremonias son celebraciones que tienen como objetivo permitir reconocernos y así, consecuentemente, emprender el nuevo camino desde la conciencia de quien soy y hacia dónde voy.

Ceremonia de la primera sangre, MENARQUÍA:

El ciclo menstrual es una potente herramienta que tenemos las mujeres para evaluar nuestro estado de salud tanto físico como emocional y energético.

La ceremonia de la menarquía es un ritual para celebrar de forma amorosa la primera sangre.

Se trata de despedir simbólicamente una etapa y dar la bienvenida a la etapa de la doncella desde la conciencia, con un enfoque distinto al que supone el comienzo de la ciclicidad.

Rodeada del clan, la doncella recibirá las informaciones y el acompañamiento que le permitirán normalizar los cambios que vivimos las mujeres y, también, aumentar la conexión con el linaje.

Ceremonia de maternidad

Sentirse sostenida y acompañadas es el mayor regalo para una mujer gestante.

En esta ceremonia celebramos la vida: la tribu sostiene con toda su presencia y mima a la madre de forma amorosa. Le regala apoyo y fuerza para que llegue al parto conectada y empoderada.

Le otorga el sitio de Diosa creadora que tiene en ese momento. Este dulce reconocimiento es, para la mamá gestante, una base armoniosa que hace que el acompañamiento a este nuevo ser sea más ligero y sereno.

Las bendiciones, los abrazos, la alegría de este ritual son un bálsamo para esa metamorfosis que vive una mujer.

Ceremonia de Cierre

No, no se habla del posparto.
No, no se invita a encarar el dolor.
No, no se habla de las muertes en vida que sufrimos todas a lo largo de nuestra existencia aquí en la tierra.

Este Ritual, llamado "La Carrada o el rebozo" proviene de la partería mexicana y se utilizaba sobre todo en el posparto para restablecer el cuerpo físico, emocional y espiritual de la mujer que se acaba de abrir a la vida.

Cada mujer vive diferentes mudas de piel en su vida. La maternidad se traduce en un cambio radical en nuestra existencia, pero no es el único momento que debe vivirse con la debida conciencia y dedicándole atención.

Duelos, abortos, rupturas en las relaciones, cambios de trabajo, mudanzas... son momentos potentes que piden especial cuidado, ya que, si se viven con amor, se transforman en un regalo inmenso.

Permítete vivir todo lo que ya fue... yo te acompaño para que puedas desplegar tus alas en su máximo esplendor y abrirte a lo nuevo.

Las telas mexicanas que utilizaremos son suaves y fuertes y nos permiten hacer un enlucido del cuerpo de la mujer para mover las memorias que quedaron atrapadas en los huesos.

Podremos acceder a una parte muy sutil e inconsciente de nuestro cuerpo para liberar las emociones sin aferrarnos a ella.

El baño de calor, acompañado de la medicina de las plantas, calienta nuestra matriz en la que residen los recuerdos, facilitando, sellar la vivencia por medio del cuerpo.

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